Ya! ya empezamos a trabajar la plata... bien! Después de haber fundido nuestra granalla, trabajamos el lingote con la laminadora para conseguir una plancha de plata de unos 0,9mm, de ahí sacaremos unos pendientes calados y, a recordar para futuros trabajos, 'enfrentados', eso quiere decir puestos de manera que sean un reflejo de ellos mismos...
Truco: La mejor manera de trabajarlos es trabajando la plancha de manera reflejada, dándole calor y doblando por la mitad cuando todavía está caliente, de manera que quede el mismo dibujo por dos, como la plancha es de 0,9, aunque trabajemos el doble de grosor se puede calar fácilmente.
Después trabajaremos el perno de manera que el diámetro sea de 0,9 y de largo unos 11mm, los soldamos teniendo en cuenta a qué altura debemos ponerlos y, si sabemos para quién son, teniendo en cuenta las características especiales que puedan tener las orejas de la persona indicada.
Una vez soldado el perno, es importante darle temple para que se mantenga fuerte y paralelo al pendientes, para eso debemos girarlo una vez soldado con las alicates repetidas veces hacia un sentido y otro.
Finalmente haremos la muesca del cierre con las alicates redondas iremos haciendo pequeñas presiones por todo el diámetro del perno para que quede una hendidura suficiente para que haga de tope del cierre del pendiente.